La alcaldesa de Guadamur y miembro del Comité Ejecutivo Provincial del Partido Popular de Toledo, Sagrario Gutiérrez, ha leído hoy en Toledo un manifiesto en defensa del mantenimiento de los Ayuntamientos menores de 5.000 habitantes, en respuesta a los agravios recibidos desde otras formaciones políticas, que abogan por su desaparición o fusiones con otros municipios.
Acompañada de la alcaldesa de Escalonilla, Sonia Gómez, y del alcalde de Lominchar, Pablo Fontelos, y en representación de los alcaldes del PP, Gutiérrez ha manifestado la preocupación del Partido Popular de Toledo por esta deriva constitucional, que puede poner en peligro unas Instituciones enraizadas en la historia del municipalismo, la estructura territorial del Estado y en la propia Constitucional Española de 1978.
El Partido Popular ha elaborado un manifiesto de apoyo incondicional a las Corporaciones Locales, muy especialmente a aquellas menores de 5.000 habitantes, que están siendo cuestionadas por algunas formaciones que se presentan a las elecciones municipales y autonómicas.
Llevar a la primera línea del debate ideológico la posible desaparición o fusión de los Ayuntamientos menores de 5.000 habitantes es, en opinión del Partido Popular, un error de dimensiones imprevistas, pues supondría una seria amenaza para el municipalismo y la defensa de los intereses de las pequeñas comunidades.
En el manifiesto presentado en el día de hoy, leído por la alcaldesa de Guadamur, Sagrario Gutiérrez, defiende que la Constitución en su artículo 140, afirma que el gobierno y la administración de los municipios corresponde a sus respectivos ayuntamientos, integrados por los Alcaldes y concejales.
Gutiérrez ha destacado que este tipo de propuestas nacen de un desconocimiento total de la realidad de los municipios de España, ya que en el caso de la provincia de Toledo, compuesta por 204 municipios, 175 de ellos de menos de 5.000 habitantes, lo que supondría la desaparición de más del 85 por ciento de la provincia.
Algo que sería aun más grave en provincias como la de Soria, donde hay 183 municipios y 180 son de menos de 5.000 habitantes; Teruel, que cuenta con 236 municipios y 233 son de menos de 5.000 habitantes; o Burgos que del total de 371 municipios, 366 son menores de 5.000 habitantes. Lo que supondría una desaparición casi total de sus municipios.
Además, según el artículo 20.1.a), de la Ley de Bases de Régimen Local, los miembros de cada Corporación, asumen la obligación de gestionar el dinero público en defensa de sus administrados.
Las leyes, por tanto, amparan la existencia y el mantenimiento de TODOS los Ayuntamientos, pues cuando hablamos de los Ayuntamientos hablamos de la historia de España y de los españoles; de la conciencia colectiva en defensa de los beneficios y ventajas de administrar los intereses propios para beneficiar al conjunto de los vecinos unidos en la misma administración local.
Es por ello que desde el Partido Popular se rechazan aquellas propuestas de formaciones políticas que propugnan las fusiones frías de municipios pequeños, con contundencia, pues ello supondría una pérdida de identidad y de derechos alcanzados por sus vecinos.
La España que hemos construido entre todos no puede olvidarse del papel jugado por los Ayuntamientos, grandes y pequeños, y muy especialmente por la tradición de aquellos que forman las dos Castillas, en una tradición municipalista encomiable, pilar de la convivencia de sus distintas comunidades.
En definitiva, el Partido Popular, defiende la España construida entre todos y el marco de convivencia democrática que nos hemos dado para unir esfuerzos en pos del progreso y el desarrollo colectivo, pilares en los que los Ayuntamientos, grandes y pequeños, han jugado un papel esencial a lo largo de la historia.
A continuación adjuntamos el manifiesto elaborado por el Partido Popular en defensa de los Ayuntamientos menores de 5.000 habitantes.
MANIFIESTO A FAVOR DEL MANTENIMIENTO DE LOS AYUNTAMIENTOS MENORES DE 5.000 HABITANTES
Los Ayuntamientos son una razón de ser
El primero de los Ayuntamientos democráticos de España se data en el año 1773, en el municipio de Santa Cruz de La Palma, elegido por sufragio universal.
Desde entonces, hace más de 240 años, las Corporaciones Locales se han constituido en el gobierno más cercano al ciudadano, ocupado de atender sus necesidades básicas y responder a las demandas colectivas con la solvencia de quienes se han constituido en representantes legítimos de los intereses de cada localidad.
Desde el Partido Popular compartimos la definición del Ayuntamiento como el órgano al que corresponde ordinariamente el gobierno y la administración municipal y en esos conceptos se resumen los aspectos más relevantes de la historia municipal, hasta remontarnos al municipio romano.
Por tanto, cuando hablamos de los Ayuntamientos hablamos de la historia de España y de los españoles; de la conciencia colectiva en defensa de los beneficios y ventajas de administrar los intereses propios para beneficiar al conjunto de los vecinos unidos en la misma administración local.
La vigente Constitución , en su artículo 140, afirma que el gobierno y la administración de los municipios corresponde a sus respectivos ayuntamientos, integrados por los Alcaldes y concejales.
Si tenemos en cuenta el artículo 20.1.a), de la Ley de Bases de Régimen Local, los miembros de cada Corporación, asumen la obligación de gestionar el dinero público en defensa de sus administrados.
La creación contemporánea de los Ayuntamientos responde a una clara decisión política nacida de la necesidad de respetar aquellos aspectos relacionados con la herencia histórica, la cultura, las tradiciones, el arte, la idiosincrasia, el temperamento, el carácter, las costumbres y todo lo que distingue a una determinada comunidad de personas que la hace diferente del resto.
Es por ello que desde el Partido Popular rechazamos aquellas propuestas de formaciones políticas que propugnan las fusiones frías de municipios
pequeños, que rechazamos con contundencia, pues ello supondría una pérdida de identidad y de derechos alcanzados por sus vecinos.
La España que hemos construido entre todos no puede olvidarse del papel jugado por los Ayuntamientos, grandes y pequeños, y muy especialmente por
la tradición de aquellos que forman las dos Castillas, en una tradición municipalista encomiable, pilar de la convivencia de sus distintas comunidades.
Los Ayuntamientos que algunos partidos quieren fusionar sin atender al carácter voluntario y necesario para llevarlo a cabo, se han caracterizado a lo largo de su existencia por la solvencia, equilibrio económico y calidad en la prestación de los servicios públicos.
Los municipios los conforman personas y ese es un valor incuestionable para la herencia de los pueblos, relacionado con su idiosincrasia, su temperamento, su condición y sus peculiaridades.
No se puede atentar gratuitamente contra la identidad de un pueblo, su autonomía de decisión y gestión y, por tanto, su autonomía como municipio.
Todos los municipios son iguales ante el ciudadano y ante la Ley, no pudiendo calificar como Ayuntamientos de segunda a aquellos que, por motivos de población, puedan sentirse desprotegidos o maltratados, como algunas voces pregonan en esta campaña electoral.
Por todo ello, las reclamaciones de fusiones de municipios menores de 5.000 habitantes, e incluso de desaparición de las Diputaciones Provinciales, son frases lapidarias que no se sustentan en la realidad territorial de España.
En la historia más reciente no se entiende el progreso y el desarrollo global sin los Ayuntamientos como organismos principales, ineludibles, imprescindibles, indispensables y cercanos al ciudadano, para construir un país basado en la igualdad de oportunidades, la libertad y la equidad, se viva donde se viva y en el municipio en el que se viva.
Por todo eso, cuestionar los AYUNTAMIENTOS más pequeños es poner en tela de juicio nuestra Carta Magna y el respeto por los municipios españoles y por todos sus habitantes, protagonistas principales de la sociedad actual, garante de los derechos fundamentales recogidos en la Constitución de 1978.-